Jánukah se festeja el 25 de Kislev y dura 8 días. En la Biblia no se menciona esta festividad. La palabra “Jánukah” significa re-inauguración del Templo y la fiesta recuerda la rededicación del Segundo Templo al culto hebreo en el S.II a.e.c después de haber sido profanado por la ocupación seléucida.
De acuerdo con una leyenda talmúdica, cuando los judíos penetraron en el Santuario, encontraron un sólo cántaro de aceite consagrado, para el encendido de la menoráh. El contenido de un cántaro alcanzaba sólo para un día de encendido, pero en esta oportunidad, milagrosamente, duró ocho días. Esta es la razón por la cual Jánukah se festeja durante ocho días con un candelabro especial llamado janukiáh (que difiere de la menoráh que tiene 7 brazos).
Los macabeos no lucharon solamente por una libertad civil, sino que lucharon por el derecho de ser diferentes, que es la base de toda democracia y libertad. Así como los macabeos se dedicaron al Templo nosotros también debemos dedicarnos a la tarea de fortalecer nuestra religiosidad judía.
El candelabro de Jánukah llamado janukiáh contiene ocho brazos y uno suplementario llamado shamash – sirviente – que sirve para encender a las demás velas. La primer noche se enciende solamente el sirviente y una vela, la segunda noche se agrega una vela más y , así progresivamente, cada día se enciende una vela más hasta el 8° día. Cada vez que se encienden las velas se recita una bendición de gratitud.
La Janukiáh se coloca sobre una ventana a la calle para mostrar el milagro de Jánukah
Reflexión
A través de la janukiáh (candelabro de Jánukah) celebramos el símbolo de la luz que va creciendo, en nuestras conciencias desde la oscuridad circundante, tanto de afuera como de nuestro propio mundo interior.
Esta luz representa la presencia del Misterio, que llamamos Dios, y que reside en cada uno de nosotros. Que esta luz nos ayude a entender que no es por la fuerza ni por la violencia, como dice el profeta Zejariah, sino tan sólo por el espíritu que podremos prevalecer, a través del compromiso de llevar más luz si trabajamos por la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz. Llevar más luz es el compromiso para que cesen la injusticia, la opresión, la crueldad; el odio y el mal. Luz de nuestro más serio compromiso para con nuestra sociedad con estos ideales y luz que ilumine con estos mismos ideales a nuestros hermanos en Sión y a sus pueblos vecinos para el triunfo de la paz, de la creatividad y del re-encuentro en la riqueza de las diferencias.
Que estas luces de Jánukah arrojen su esplendor sobre nuestras vidas, en nuestros seres queridos y en nuestros hogares. Y que estas luces de la janukiah enciendan en nuestro interior la llama de la fe, del entusiasmo y del heroísmo para ayudar a crear un mundo con más libertad, creatividad y solidaridad como lo hicieron los macabeos en el pasado. Que la luz aumente cada día como en la janukiah, y que arda y que no se consuma y que podamos ser siempre sus cuidadores de este ner tamid, la luz eterna, de los ideales por los cuales queremos preservar nuestra sagrada tradición para iluminar senderos para nuestro pueblo y para todos los seres humanos como hermanos.
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(Feliz Jánukah)